Pablo Iglesias, Podemos... ¡de baja por depresión!

Reviso una de mis direcciones de correo electrónico 'tradicionales': blablabla@hotmail.com. Al salir me machacan unas supuestas noticias escogidas por la gente de msn.com. Nunca les hago mucho caso, pero hoy no sé por qué...

El choque entre Garzón y Errejón sume en otra crisis a Podemos

No merece mucho comentario la cosa, pero llama la atención lo siguiente:

Pablo Iglesias está 'desaparecido', lo dicen incluso los de su entorno, en estos días de julio-agosto de 2016. Al televisivo chico 'de la chepa y la coleta' prácticamente no se le ve estos días en los medios públicos.

¿Justificación de esa ausencia? Incluso entre los de su entorno: que si la coalición con IU no resultó como esperaban. Que si el segundo o tercero o quinto del partido, Pablo Echenique, pagó 'en negro' a un asistente doméstico y eso les pasa factura. Que si el otro segundo o tercero o quinto del partido, Íñigo Errejón, ya avisó de que la coalición con los de IU, es decir con los del 'mandado' Alberto Garzón iba a resultar contraproducente. Que si no supieron comunicarse bien. Que si esto o aquello también les pasó factura... Las excusas de siempre de los partidos de 'la casta', en este caso de Podemos, integrado ya a la casta de la partitocracia subvencionada por el Estado.

Lo que no tiene desperdicio de ese artículo de msn.com es lo siguiente: según el libro reseñado de Miguel Roig "Conversación con Alberto Garzón. Boceto de un futuro posible": 'Garzón hubiera firmado el discurso de Sánchez'.

¡Exacto! ¡Pero es que también P. Iglesias!

Lo cual viene a decir -y tiene toda la razón del mundo en lo que insinúa- que el tal Garzón NO tiene ideología ni principio alguno, como no lo tuvieron los vendidos a la oligarquía post-franquista de sus antecesores Gaspar Llamazares, Cayo Lara, Julio Anguita, Gerardo Iglesias ni el mismísimo Santiago Carrillo del extinto PCE.

Se dice en ese mismo artículo -y tampoco tiene pérdida la cosa-: Alberto Garzón consideró finalmente como 'anecdótico' el asunto de los pagos irregulares 'en negro' de Echenique, tras una 'investigación' realizada ¡por su propio partido!, según ese artículo ¡dirigida por el propio Pablo Iglesias! quien, además, pidió 'un cierre de filas público'. Que ya tiene cojon... lo absurdo de la expresión, porque ¿acaso puede ser un cierre de filas algo público, considerando los conceptos en sí mismos?

Alguien que presiona para correr una cortina sobre un asunto, resulta que no tiene bastante con eso: ¡quiere que además se haga público! (Probablemente sólo el titular, dado que es experto en marketing y comunicación). Esto habla bien a las claras sobre el calado intelectual del personaje. De los personajes en este caso.

Se entiende que Pablo Iglesias esté deprimido.

O inhibido. (Un poco también como Pedro Sánchez, el líder accidental del PSOE)

Y por eso ahora mismo Iglesias apenas se muestra en público. Lo entiendo.

Por eso. Pero ¡cuidado! también debido a la 'hábil' iniciativa de Rajoy quien, habiendo aprendido la lección tras las anteriores elecciones de Junio, ha decidido tomar la iniciativa política. Una iniciativa 'a la gallega', claro, que llevará a que en el último momento se pase por el forro el 'encargo' del Borbón y la mismísima Constitución rechazando la investidura, llevando al país a la convocatoria de terceras elecciones. Que beneficiarán a su partido, el PP. Que harán aumentar la abstención, ésa que NADIE sabe analizar. Así de socarrones y de indefinidos son muchos gallegos. Les va en la raza o en su carácter.

No me gusta el camino que ha tomado 'el de la coleta' desde que se hizo pasar por heredero del movimiento 15-M, con el que por cierto NO tuvo nada que ver en origen. De hecho tampoco me gustan los rumores acerca de su personalidad en la Universidad antes de meterse en política -sus compañeros de 'uni' lo describen como una 'rata lameculos acampado en el pasillo de los despachos de profesores y decanos'-.

Pero entiendo su actual/posible estado de depresión (principios de Agosto de 2016).

Porque le reconozco una cierta 'alma', incluso cierta audacia, aunque perruna, oportunista, caciquil, traidora con los suyos y vendida al diablo (¿qué tendrá que a más de uno le recuerda a Felipe González?). Porque sabe en el fondo que los malos resultados de las últimas elecciones se debieron en gran parte a su confusa, demasiado agresiva y oscura personalidad. Porque ese diablo al que vendió su boleto perdedor empieza quizás a reclamarle ya parte de su alma...

Sí, claro, el miedo ha actuado fuertemente sobre el electorado... Pero ¿el miedo a qué o a quién exactamente? ¿Al Brexit? ¿A la crisis y a los recortes, ésa y esos que llevan 7 años entre nosotros? ¿A los experimentos políticos con y sin gaseosa? ¿A los radicales no-libres que asoman y amenazan el cuento de la partitocracia bipartidsta española... instalados ya en la misma partotocracia?

¿Qué experimentos? (cuando todo está previamente consensuado)

¿Qué política? (cuando los españoles son tan incultos y analfabetos que no saben ni lo que hacen cuando depositan el papelito en la urna ¡cada cuatro años! y, después, siguen demostrando ser tan idiotas que en vez de informarse y contrastar lo que dicen los pocos críticos de este país, prefieren tomarse dos, tres o seis cervezas o correr delante de un toro en las fiestas del pueblo)

...

No me gusta demasiado la gaseosa, puede que algo los experimentos... cuando no parten de una inmensa tomadura de pelo. Tampoco es lo mío correr delante de un toro. Así que, como al fin y al cabo no dejo de pertenecer a este país,... ¡una cerveza o un vino a la salud del lector!