La verdad de lo que ocurre en Venezuela

Sí, eso es justo lo que muchos deseamos saber: qué sucede realmente en Venezuela, y por qué, y para qué. Somos muchos los que estamos hartos de la continua desinformación que diariamente nos deparan los medios oficiales. Y unos cuantos los que estamos escandallizados de lo que en esos mismos medios propagadores de mentiras se nos anuncia.
No tengo la verdad de lo que ocurre en Venezuela y en torno a esa nación. Pero tengo unas cuantas preguntas que lanzar. Ojalá alguien me las responda.
Está claro que Nicolás Maduro es un sátrapa, un desalmado puesto ahí a dedo por otro sátrapa y desalmado y absoluto narcisista, Hugo Chávez. Ninguno de los dos me despertó la más mínima admiración, más bien repulsión. Un presidente de la nación que tenía su propio espacio en la televisión... no es otra cosa que, cuanto menos, un absoluto egótico. Alguien no muy en sus cabales, vamos.

Aun así y pese al tonto lava de Maduro y el régimen que preside, hay que reconocer que estamos ante un Estado de Derecho, una soberanía propia, y parece que ante un presidente elegido por las urnas. ¿Cómo es que desde otras naciones se decide de golpe y porrazo dejar de reconocer esa soberanía y esa presidencia? ¿Y con tanta urgencia, incluso imponiendo ultimátums para que Maduro convoque nuevas elecciones? ¿Qué es tanta soberbia y prepotencia? ¿Por qué esa descarada y antidemocrática injerencia externa?
Juan Guaidó (al parecer educado por jesuitas y masón) se autoproclama presidente de la nación, auspiciado por EEUU, Gran Bretaña, la Unión Europea y otros países. Se está bloqueando dinero y oro en bancos extranjeros, el cual puede que estuviera siendo gestionado por el corrupto de Maduro, pero que está claro pertenece al pueblo venezolano. Estamos ante un acto absolutamente despótico e intervencionista. No dejo de asombrarme ante tamaña ilegalidad de nivel internacional.
La excusa para tal intervención, para tal agresión foránea, es que el pueblo venezolano sufre una escasez insoportable, de alimentos, medicinas y otros bienes básicos (exceptuando la gasolina, que es baratísima, pero baratísima, lo cual es sin duda un factor muy bien diseñado que mitiga el descontento popular, yo mismo ante una crisis personal o de pareja de repente necesité salir a recorrer kilómetros para desahogarme). Eso es cierto, no cabe duda. Pero aquí mi primera gran pregunta, que opino es la más importante de todas y la nunca respondida en los medios:

¿de dónde surge ese brutal desabastecimiento de productos de primera necesidad en Venezuela? ¿Hasta qué punto tiene que ver con la corrupción de sus dirigentes? ¿Hasta qué punto con las sanciones/bloqueos de otros países proveedores? Nadie habla de eso, y es un asunto crucial.

Venezuela es un país rico en materias primas como petróleo, oro, uranio, coltán y otras. ¿A quién pertenecen las industrias que explotan tales recursos? ¿Qué pactos se establecieron en el pasado que todavía siguen vigentes y que obligan a ceder a corporaciones externas su explotación? ¿A cambio de qué? ¿A cambio de esos mismos productos importados de primera necesidad? Pero ¿quién los retiene en no se sabe qué almacenes, quizás pudriéndose? ¿Por qué el régimen bolivariano, que seguro comprende el quid de esta dinámica, no detiene y encarcela o fusila a los responsables de tal desabastecimiento?
¿Será porque hay tratados anteriores, muy anteriores a Maduro y a Chávez, que lo impiden? ¿Tratados establecidos probablemente por los mismos que ahora retienen el dinero y el oro del pueblo venezolano, amparados por las mentiras de los medios de comunicación que ellos mismos ya poseen y controlan desde hace unas décadas? Pero ¿tanto poder, tanto peso tienen esos tratados, como para que incluso los mismos revolucionarios bolivarianos, asesorados por los revolucionarios cubanos, callen?
Es que sin esos supuestos y la adecuada y veraz respuesta a ellos, pienso, cuesta mucho entender lo que ocurre ahora mismo en Venezuela.
Aunque una cosa tengo clara: este intento de injerencia de naciones externas es una pura abominación, un puro disparate, una pura ilegalidad. Dejemos que el pueblo venezolano resuelva sus conflictos internos, por amor de dios. ¿Que entre tanto se darán dos millones más de desplazados? También los hubo en la Rusia del genocida Lenin, o en el Congo que vio matarse entre ellos a hutus y tutsis, y nadie en la comunidad internacional movió un dedo, bueno, sí que ciertas élites movieron sus mentes para elucubrar lo que quedaría después de esas masacres, para posteriormente aterrizar en medio de esos cementerios y hacerse con el botín dejado por los muertos.

Pobre Venezuela, tú que fuiste una vez la nación más importante de sudamérica...

¡Ojalá el pueblo venezolano comprenda, resista, eche a los demagogos como Maduro, resista a los títeres del imperio como Guaidó y se rehaga!